Seguro que, más de una vez, te has tomado una taza de café para despejarte mientras estás trabajando o estudiando. ¿Sabes por qué ocurre? Esencialmente, la cafeína aumenta la actividad cerebral gracias a que incrementa, entre otras sustancias, los niveles de dopamina. De esta manera, también consigue que estemos más alerta. Incluso, se ha observado que los consumidores habituales de café obtienen mejores puntuaciones en test de memoria e inteligencia.

Igualmente, la cafeína que contiene una taza de café aumenta la adrenalina, por lo tanto, nos ayuda a mejorar nuestro rendimiento físico y tener más resistencia ante un esfuerzo especial.

Es importante destacar que el consumo de café reduce las posibilidades de sufrir ciertas enfermedades, como la diabetes. De hecho, se ha demostrado que reduce el riesgo de esta patología entre un 25 y 50 %. Asimismo, un consumo moderado de café consigue mejorar el riego sanguíneo, por lo que ayuda a prevenir la posibilidad de sufrir un infarto de miocardio. Eso sí, es interesante recalcar que no pueden consumirse más de 4 tazas diarias, ya que un exceso de café puede provocar un aumento de la tensión arterial.

De igual modo, algunos estudios científicos han demostrado que el consumo regular de esta bebida, en cantidades moderadas, puede reducir el riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y Parkinson, gracias al efecto de la cafeína.

¿Sabías que el café también es laxante? De hecho, numerosas personas lo toman regularmente para asegurarse un buen tránsito intestinal y combatir sus problemas de estreñimiento.

Otra propiedad beneficiosa de tomar café habitualmente es que hay menos posibilidades de sufrir depresión. Se ha demostrado que las personas realmente cafeteras tienen un 20% menos de riesgo de padecer esta enfermedad mental.